¿Se puede desear a una adolescente? Humbert Humbert, el protagonista de la famosa novela Lolita, escrita por el escritor Vladimir Nabokov, diría sin duda que sí. Y nosotros le daríamos la razón contemplando las imágenes de la actriz catalana Úrsula Corberó en la serie Física y Química.
Cuando se rodó aquella serie, Ursula Corbero tenía ya 19 años. Era, pues, mayor de edad. Pero su físico juvenil y su cara de niña traviesa le permitían interpretar el papel de una alumna del famoso instituto Zurbarán de la célebre serie televisiva emitida por Antena 3 entre febrero de 2008 y junio de 2011. Ya entonces vimos lo que la catalana iba a ser: una de las actrices más sexys de nuestro país.
Y es que el calificativo de sexy es el que mejor le cuadra a Úrsula Corberó. A la manera clásica es posible que existen actrices más guapas en nuestro panorama cinematográfica, pero pocas pueden competir con ella en lo que se refiere al morbo.
Esta actriz, nacida en agosto de 1989 (va camino de unos impresionantes 33 años), es puro morbo. En su mirada anida la provocación y la concupiscencia; en su sonrisa, la picardía y el desplante. Su cuerpo delgado pero de curvas afrodisíacas es un monumento a la tentación. Si el demonio fuese mujer, tendría sin duda el rostro y las formas de la Ursu.
Fue exactamente así como se nos apareció una noche en El Hormiguero, el programa conducido por el presentador valenciano Pablo Motos. Úrsula vestía un tejano y una camiseta con un gran corazón estampado en ella. ¿Qué reto le planteó el pelirrojo? Bailar un tema de Beyoncé.
La Corberó había ido al programa acompañada de Amaia Salamanca. Ambas estrenaban por esas fechas XP3D, una película de terror en 3D. Pero lo que vimos esa noche en el plató de El Hormiguero no tenía nada que ver con el terror y sí mucho con la lujuria.
La actriz de Sant Pere de Vilamajor nos enseñó en apenas dos minutos lo que es poner cachondo al personal cimbreando la cintura y moviendo el culo. La actriz, metida en ese momento a provocativa bailarina, se palmeaba el trasero, su divino trasero, esas posaderas a las que nada les falta ni nada les sobra y que son una de las partes más destacadas y atractivas de la anatomía de esta morbosa actriz.
Úrsula Corberó desnuda
Contemplar a Úrsula Corberó desnuda y de espaldas basta para volverse loco de deseo por ella, para apostarlo todo a la carta de obedecer sus órdenes y para resignarnos a hincarnos a sus pies, sumisos como perritos obedientes.
Y es que nada como el trasero de Ursulita para confirmar todo lo excitante y provocativo que puede ser la retaguardia de una mujer. El culo de Úrsula Corberó es un culo que parece hecho para ser sodomizado. Parece que esté pidiendo a gritos que alguien lo penetre. O que alguien hunda la cara entre sus nalgas y saboree todo lo que de saboreable tiene una mujer en esa zona de su anatomía.
Ursula Corberó nude y de espaldas es una invitación al sexo anal, al beso negro, a la postura del perrito, al spanking... De frente y mirándonos a los ojos, es simplemente la imagen viva de la lujuria, del sexo sin medida ni complejos, de un carpe diem construido a base de besos, lamidos, magreos, caricias, chupetones... Pasión desbordada y en estado puro. Kamasutra repasado una y otra vez.
Si fuéramos madres no te querríamos como novia para nuestros hijos. Y no porque te hayamos visto, metralleta en mano y con un mono rojo, asaltando Fábricas de Moneda y Timbre y Bancos de España en La casa de papel. No te querríamos como pareja de nuestros retoños no por ser ladrona, sino por ser sexualmente irrebatible.
Si alguien con un mono rojo tampoco demasiado estrecho nos pone tan cachondos... ¿cómo no nos va a poner en bikini, con un vestido de gala, con un desenfadado look casual o en topless, sorprendida en la playa luciendo esos lindos melocotones que tiene por tetas?
Las tetas de Úrsula Corberó no rompen el equilibrio visual de su cuerpo espigado. Pensar en cómo sus pezones deben erizarse al ser rozados o al ponerse cachonda su propietaria es algo inevitable. Êlla no necesita abundancia de pechos para resultar letal. A la actriz le basta esa mirada penetrante, irónica, altiva y rasgada, esas curvas de ensueño en un cuerpo de muñeca, ese culo imbatible y esos labios seductores tanto en la seriedad como en la sonrisa para irradiar morbo por todos los poros de su piel.
Úrsula Corberó follando
La imagen morbosa de esta guapa treintañera que de tanto en tanto cuelga maravillosas fotos en las redes sociales (busca Úrsula Corberó Instagram y descubre lo que es erotismo del bueno y sensualidad a raudales) nos hace pensar en una pantera sexual.
Úrsula Corberó follando no debe ser cualquier cosa. Se lo podríamos preguntar a alguno de los hombres que han pasado por su vida. Entre ellos encontramos al actor Israel Rodríguez, al tenista Feliciano López, al actor y modelo Andrés Velencoso y, actualmente, al también actor Chino Darín, al que la actriz conoció rodando la serie La embajada. Se lo podríamos preguntar, sí, pero preferimos imaginar.
La imaginación es fundamental en el sexo y en eso no vamos a dejarnos vencer por nadie. Nuestro imaginar no tiene límites. Por eso concibe el follar de esta treintañera como el follar desbocado de una ninfómana que intuyera que no hay mañana. Imaginamos a Úrsula Corberó desnuda y follando dándolo todo sin tabúes ni remilgos en la cama, en el jardín, en el lavabo de un centro comercial, en una escalera a oscuras, sobre la encimera de la cocina...
En una mujer con la imagen que proyecta esta famosa actriz, los prejuicios parecen no tener cabida. Por eso creemos con toda la firmeza de nuestra fe erótica que para esta atractiva y sexy mujer el sexo es como el respirar. Que lo necesita a diario para sentirse bien. Y con esa imagen nos encerramos en el lavabo a rendirle cumplido homenaje.
